Empleadas del hogar, trabajadoras anónimas

Las empleadas del hogar, aquellas mujeres que han estado presentes en miles de hogares mexicanos, formando parte de nuestras vidas familiares es un ejemplo de la economía informal que en México atañe casi en todos los ambientes en los que nos desenvolvemos. Las consecuencias de dichas prácticas conllevan a que existan condiciones injustas y desfavorables para los empleados informales.

Sin embargo, nunca había existido una iniciativa que pudiera dignificar su trabajo y casi siempre pasaban desapercibidas frente a nosotros. Estas mujeres forman parte de nuestra vida cotidiana, pero, ¿alguna vez hemos abogado por su salud o seguridad social? 

Un trato justo para las empleadas del hogar

Ante este problema, el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación, el Departamento de Ciencia Política del ITAM y Hogar Justo Hogar se unieron para exponer por primera vez un protocolo en el que las empleadas domésticas tendrían la posibilidad de acceder a la seguridad laboral y médica, reconociéndose como trabajadoras formales.

El programa, incentivado por el IMSS, consiste en una estrategia en la que la trabajadora del hogar reconoce sus ingresos, provenientes de uno o más empleadores. De esta manera, la cuota del seguro es proporcional a su ingreso y una parte sería cubierta por la empleada y otra por el empleador o empleadores. No sólo es un avance para la protección laboral, sino un reconocimiento en la dignidad de las empleadoras.

Al estar inscritas al seguro, serían acreedoras de todos los beneficios que ofrece el IMSS. Los servicios hospitalarios, las guarderías, la pensión de retiro, las prestaciones sociales, la formalidad laboral, los servicios extendidos a la familia de las trabajadoras domésticas y  la protección a riesgos laborales son algunos de los beneficios de otorgar la cuota de seguro.

Un ambiente laboral digno para trabajar

No solo se trata de un tema burocrático sino de justicia social. Por décadas, las empleadas domésticas han sido rezagadas y sujetas a abusos por parte de sus contratantes. Esta iniciativa colabora a saldar una deuda histórica al rectificar sus derechos libres de discriminación. La formalización de su trabajo también fomenta que se encuentren laborando en espacios seguros libre de violencia y hostigamiento. 

El programa sigue siendo un protocolo pero, por esa razón, es importante fomentar la difusión y el acoplo de dichas medidas. Quizás podríamos pensar estas medidas como un “gasto” que no merece involucrarse. Sin embargo, es una estrategia que garantiza la seguridad laboral, fomenta una mejor economía y ubica el valor del trabajo en un estrato correcto.

Asistentes del evento sobre los derechos de las empleadas del hogar
Asistentes del evento Plática sobre empleadoras justas. FOTO: ITAM

Cómo ayudar

Si usted, lector, emplea a una persona que labore en su hogar de esta manera, es momento de fomentar una mejor cultura laboral. Puede obtener informes llamando al 9131 9097 o accediendo a link por internet: http://www.imss.gob.mx/personas-trabajadoras-hogar. En la liga de internet usted puede ver los requisitos y cuotas pertinentes al seguro, así como su inscripción y dudas frecuentes. La plataforma en línea es muy amigable y fácil de acceder. Por otra parte, es menester mencionar que las ponentes de la conferencia enfatizaron que deberíamos ayudar a aquellas que busquen inscribirse al seguro, puesto que la mayoría de ellas no saben acceder a plataformas en internet o no saben leer.

De esta manera, las trabajadoras domésticas van a poder acceder a un mejor ámbito laboral. Esperemos que estas medidas sean un paso para un progreso humano laboral.

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