La Dirección de Asuntos Estudiantiles organizó un diálogo entre mujeres extraordinarias para hablar un poco de lo que significa el feminismo multicultural. Las ponentes invitadas, Marta Sánchez, Ana Vázquez, Mónica Maccise y Cristina Massa, acompañadas de Adriana Ortiz, subdirectora de género, diversidad e inclusión del ITAM, discutieron el feminismo en nuestro país multicultural.
Feminismo multicultural para no invisibilizar a ninguna mujer
Para comenzar la ponencia, Marta Sánchez, de la Asamblea Nacional Política de Mujeres Indígenas, hizo notar que, dada la multiculturalidad de nuestro país, es imposible hablar de un feminismo homogéneo. Las dificultades que se les presentan a las mujeres en cuanto a equidad de derechos se refieren, resultan ser de un grado mayor para las mujeres indígenas y mujeres afromexicanas. Parece irreal pero el reconocimiento del pueblo afromexicano como parte de la Constitución es reciente, lo que habla mucho de la lucha que tienen por delante. Esta lucha de las mujeres indígenas tuvo un gran avance con los Acuerdos de San Andrés en 1996 en cuanto a no invisibilizar los derechos de las mujeres indígenas. Marta incitó a todas las mujeres a “disfrutar el feminismo, sin discriminación y sin racismo.”
Ana Vázquez, de la Secretaría de las Mujeres de Oaxaca, habló sobre la importancia de no solo tener perspectiva de género, que es en sí difícil de incluir por el sistema patriarcal y machista en el que vivimos, sino también tener perspectiva multicultural. El problema está en querer resolver problemas de la sociedad considerando solo a la parte blanca de esta.
“El complejo de colonialidad impida que se pueda tener verdadero impacto en las comunidades indígenas; las comunidades deben hacer los cambios y las instituciones deben acompañar a este cambio, no imponer el cambio que piensan es el necesario”.
Ana Vázquez, titular de la Secretaría de las Mujeres de Oaxaca
La estructura patriarcal en el sector privado
Cristina Massa habló por parte de las experiencias en el sector privado. Resaltó que, en el sector privado, la voz feminista es muy débil: las mujeres siguen estando predominantemente fuera de la toma de decisiones. Las metas que se tienen en una empresa son planteadas por hombres, para hombres y es necesario que se redefinan. A pesar de haber tenido privilegio y poder tener acceso a un trabajo de esta índole, las mujeres siguen siendo discriminadas. “Nada equivale al privilegio de un hombre blanco” asegura Massa. La brecha salarial se basa principalmente en la falta de disponibilidad del tiempo de las mujeres. Esto solo sucede porque a la mujer se le adjudican todas las responsabilidades del hogar y la crianza. Se tiene esta idea de que son las responsabilidades sociales de las mujeres, pero no corresponden únicamente a ellas y es imperativo cambiar esa narrativa.
Mónica Maccise, experta en derechos humanos y perspectiva de género, citó a Yásnaya Elena Aguilar, lingüista, escritora, traductora, activista de derechos lingüísticos e investigadora ayuujk: “Todas las mujeres estamos racializadas y si no lo percibimos de esa manera, estamos racializadas en el privilegio.” Partiendo de este argumento, Macisse aseguró que todos los feminismos son multiculturales. La clasificación dependerá desde qué lugar hablamos, los privilegios que tenemos y cómo vemos a los demás.
Para concluir, las ponentes hicieron hincapié en que todas y cada una de las batallas cuentan, no importa qué tan pequeñas sean. El mayor reto está en reestructurar y deshacerse de estereotipos. Incitan a nunca más quedarte callada y que siempre recuerdes que no estás sola.
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