El verano es la oportunidad perfecta para enriquecer la educación básica y dar un giro a las materias fundamentales como español, matemáticas, ciencias naturales y demás con actividades recreativas que aporten a los niños habilidades y conocimientos en cultura y arte. Sharing Tizapán mantiene activos a los estudiantes durante los periodos vacacionales estimula su curiosidad y puede despertar en ellos la sed de conocimientos diversos que complementen su formación.

Pensando especialmente en la comunidad de la colonia Progreso Tizapán, distintas organizaciones de alumnos se han dado a la tarea de organizar actividades, durante todas las épocas del año, que aporten valores a esta colonia y, para el verano de 2018, el programa Sharing Tizapán, coordinado por los colaboradores de AIESEC y los alumnos de la Organización Tizapán Construye unieron esfuerzos para impartir actividades a los pequeños de la comunidad. Los cursos son abrigados por el ITAM en sus instalaciones de Periférico durante la época de verano.
¿Qué hace más interesante a Sharing Tizapán?
La respuesta es la interacción entre culturas, pues los temas que se enseñan día con día en el salón de clases fortalecen a los alumnos pues los imparten alumnos de nuestra universidad y voluntarios de distintos países, estos le agregan un toque especial pues comparten las experiencias propias a la enseñanza de sus culturas.
Poder relacionarse con los voluntarios extranjeros y convivir de una manera casual con los niños es uno de los propósitos de este programa que nace a partir de que ITAM Construye necesitaba más personas para continuar con el proyecto de enseñar matemáticas a los niños de bajos recursos de la colonia y, por ese motivo, se acercaron a AIESEC, quienes durante más de dos años han estado desarrollando el programa Sharing Tizapán con voluntarios internacionales.

Para el verano de 2018 cuentan con más de 150 alumnos de los cuales 64 son los alumnos más pequeños. “Los niños están muy interesados en los temas. Son muy participativos” relata Isabella, voluntaria brasileña, “les enseñamos sobre nuestras culturas”. Aunque las clases se dan en español, los niños llegan a aprender otros idiomas como inglés, portugués, chino o alemán. “Hay niños que no saben inglés y ya te saludan en otros idiomas, es impresionante” menciona la voluntaria.
En definitiva, proyectos como este genera parte del impacto social que el ITAM establece en su misión, desarrollar una sociedad más libre, más justa y más próspera.