En la actual década, el desarrollo sostenible ha evolucionado dentro de las empresas y se ha convertido en una cuestión de ética y responsabilidad social. Por esta misma razón, no es correcto dudar que estas practicas son esenciales para el crecimiento de la compañía. Investigadores del ITAM aseguraron que no se puede negar el hecho de que todas las empresas, independientemente del giro que tengan, tienen un impacto ambiental. Desafortunadamente, dicho impacto es negativo en un número significativo de casos.
Datos para cuantificar el impacto ambiental
La investigación referente al Impacto Ambiental y Estrategias de Sustentabilidad de Empresas Mexicanas tiene como principal objetivo utilizar datos públicos para identificar el impacto ambiental de empresas mexicanas en la salud. De esta forma, dichas empresas pueden tomar medidas para no dañar el medio ambiente a partir de sus resultados. La investigación fue realizada por el Dr. Antonio Lloret, profesor e investigador del Departamento Académico de Administración del ITAM, en conjunto con el Dr. Dennis Aigner, profesor de la Universidad de California y el Dr. Marco del Ángel.
¿Qué factores hay que tomar en cuenta para un análisis ambiental?
Parte del análisis que llevaron a cabo los investigadores fue el de analizar los resultados de distintos índices de toxicidad. Entre estos, se encuentra el RETC (Registro de Emisiones y Transferencia de Contaminantes), el cual reporta y difunde información sobre la emisión de sustancias tóxicas y el volumen en el que llegan al aire, agua o suelo. Estos resultados tienen el propósito de motivar a las empresas a reducir sus emisiones contaminantes y transferencias de sustancias tóxicas al ambiente.
Un dato alarmante referente a estos datos es que el 98% de las emisiones de estos contaminantes recaen en el aire. Esto es un grave problema para la salud humana y algunos grupos más delicados. El Dr. Dennis Aigner analizó las empresas que más contaminan en los 21 sectores cubiertos por el RETC y el resultado fue impactante: la mayoría de las empresas analizadas son mexicanas. Tristemente, aunque en México hay prácticas de sustentabilidad, estas no son implementadas. Este hecho es un fuerte indicador de que México no es un país “verde”, concluyeron.
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