Desde su creación en 1973, la Agencia Federal Antidrogas (DEA por sus siglas en inglés) ha tenido una fuerte presencia en Latinoamérica, y especialmente, en México. Para poder analizar los efectos de la DEA en México, tanto en el espectro político como en el cultural, el CESIG (Centro de Estudios sobre Seguridad, Inteligencia y Gobernanza) organizó un evento junto a un experto para poder analizar la influencia de la Agencia en nuestro país. El invitado fue el doctor en ciencias políticas Carlos Pérez Picart, miembro del CIDE (Centro de Investigación y Docencia Económica). En la plática se expusieron los efectos tanto positivos como negativos que ha tenido la agencia estadounidense en México, y su papel hoy en día.

¿Qué es lo que hace la DEA?
El Dr. Pérez comenzó por describir la misión de la DEA: regular las leyes contra drogas, llevar a los culpables por delitos relacionados con drogas a la justicia (independientemente si fue en el extranjero o en E.U.A.) y el apoyo de programas que reduzcan la disponibilidad de las drogas. Dentro de sus actividades centrales, se encuentran participar bilateralmente en investigaciones, mantener buenas relaciones con países aliados, promover la creación de instituciones antidrogas en otros países, apoyar la recopilación de información y proveer entrenamiento. En México, la agencia cuenta con un cuartel general, 10 oficinas y 55 agentes activos, los cuales llevan a cabo las actividades principales. El doctor resaltó que han habido cinco acciones principales de la DEA con efectos negativos en nuestro país.
¿Cómo ha afectado a México?
El primer efecto negativo ha sido que la DEA ha apoyado a burócratas mexicanos que han sido acusados de violaciones a derechos humanos. La DEA ha apoyado a personajes como Carlos Aguilar Garza (Operación Cóndor) y Guillermo Gónzalez Calderoni (Comandante de las Fuerzas Policiales Judiciales), sin importar su pasado o sus acciones, ya que la DEA los selecciona por su capacidad. El segundo efecto negativo ha sido la promoción de la DEA de la “kingpin strategy” (estrategia de los capos), la cual promueve el uso de violencia y asesinato contra los capos de los carteles. Esto ha causado fragmentación en los cárteles existentes, así como un aumento en los índices de violencia. El tercer efecto negativo es el uso excesivo de fuerza bruta y de políticas violentas, donde hay desapariciones, asesinatos, operaciones encubiertas y espionaje.

La cuarta acción negativa de la DEA en México ha sido el uso de herbicidas para acabar con plantíos de plantas con usos narcóticos. En México ha habido campañas de erradicación desde 1985, donde se usan aviones para esparcir herbicidas a gran escala. Estos herbicidas han causado daños al medio ambiente, deforestación, migración forzada de campesinos y muerte de ganado. La última acción es la clara oposición de la DEA ante políticas de relajación de drogas en los países cercanos a los Estados Unidos, y dentro de Estados Unidos. La DEA ha usado presión democrática para evitar la aprobación de reformas a las leyes de drogas y ha promovido políticos conservadores.
¿Por qué se ha permitido esto?
Para concluir con el evento, El Dr. Pérez destacó por qué la DEA ha sido capaz de llevar a cabo todas estas acciones, donde resaltó el papel del Congreso de los Estados Unidos. Expuso que la DEA es la institución menos observada y controlada por el Congreso. Desde su creación la DEA ha llevado a cabo acciones ilegales sin ningún tipo de castigo. El ponente contestó algunas preguntas realizadas por la audiencia, y desarrolló temas más concretos junto a Vidal Romero (jefe del departamento de Ciencia Política del Instituto y miembro del CESIG). El doctor agradeció a los asistentes del seminario y al CESIG por la invitación.