Deja de procrastinar: una guía práctica

La procrastinación es la acción de retrasar actividades o situaciones que deben atenderse, sustituyéndolas por otras situaciones más irrelevantes o agradables. La procrastinación está usualmente relacionada con la pereza, sin embargo, está comprobado que es una cuestión de manejo de las emociones, principalmente de la incomodidad.

Con la intención de ayudar a la comunidad con el enemigo formidable de la procrastinación, se organizó una cuarta sesión de Estudia con Éxito en el ITAM, dirigida por el Mtro. Francisco Galán, en la que se plantearon estrategias para sobreponernos a este obstáculo.

Para comenzar, el Mtro. Galván planteó una serie de preguntas a los participantes sobre porqué creían que procrastinaban. Foto ITAM.
Para comenzar, el Mtro. Galván planteó una serie de preguntas a los participantes sobre porqué creían que procrastinaban. Foto ITAM.

Efectos de la procrastinación

Después de definir a la procrastinación, el Mtro. Galván habló sobre los efectos negativos que puede llegar a tener en el largo plazo. Mencionó que procrastinar puede parecer inofensiva en el corto plazo, pero si pensamos en lo que estamos dejando de hacer por postergarlo, vemos como perdemos muchas oportunidades.

Es importante recalcar que no existe un único tipo de procrastinación y que hay veces en que resulta en un hábito benéfico, dependiendo del modo en que se encuentre nuestro cerebro. Cuando el cerebro está en modo de concentración, estamos totalmente concentrados y no hay espacio para la procrastinación. Cuando se da la procrastinación dentro del modo difuso, esta nos ayuda a pensar de diferente manera y llegamos al objetivo, solo que por un camino distinto.

Nuestro cerebro puede estar, al realizar una actividad, en modo de concentración y en modo difuso. Foto ITAM.
Nuestro cerebro puede estar, al realizar una actividad, en modo de concentración y en modo difuso. Foto ITAM.

A continuación, se habló sobre la fuerza de voluntad. «Constantemente se piensa que cuando las personas procrastinan es porque no tienen fuerza de voluntad. No es verdad. La fuerza de voluntad es tiene sus límites, dejar de procrastinar es una cuestión de hábitos«, menciona Galván.

¿Qué podemos hacer para evitar la procrastinación?

Para concluir, el Mtro. Galván compartió una serie de técnicas que podemos utilizar para evitar la procrastinación. En primer lugar, mencionó que es necesario fijarse en el proceso y no en el resultado. Muchas veces procrastinamos porque nos abrumamos por el número de pendientes que tenemos. «Una técnica que ayuda a ocuparse únicamente con el proceso y por partes es la técnica Pomodoro. Consiste en trabajar 25 minutos y descansar 5 para hacer el proceso productivo menos abrumador», comenta el profesor. En segundo lugar, debemos de dejar el multitaskingIntentar hacer múltiples actividades a la vez resulta contraproducente. Por último, es necesario tener hábitos y rutinas. Tener fuerza de voluntad no es suficiente para mantenernos constantes.

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