Para Arturo Fernández, la educación es la actividad más importante que puede realizar un ser humano. Su vocación hacia la docencia y su entrega a la labor educativa le han permitido contribuir a solidificar la posición del ITAM como una de las mejores universidades de México y de América Latina.

«Soy afortunado. Mi trabajo es apasionante y tengo el privilegio de convivir diariamente con alumnos y con profesores talentosos que me obligan a seguir leyendo y pensando, a mantenerme a la vanguardia, y a ser testigo del poder transformador de la educación y las ideas»

¿Cuáles considera que son los retos a los que se enfrenta la educación superior en nuestro país?

Yo creo que el principal reto es elevar continuamente el nivel educativo de nuestro país para que los jóvenes cuenten con ofertas educativas serias que les permitan prepararse y triunfar profesionalmente en el campo que elijan. La competencia en el campo de la educación superior es cada vez mayor. Cada día surgen nuevos actores y nuevas propuestas, lo cual me parece muy beneficioso para todos. Asimismo, otro factor muy importante para la educación superior privada es asegurar las condiciones apropiadas para que los estudiantes valiosos, que no cuentan con suficientes recursos económicos, puedan acceder a estos espacios.

En este sentido, ¿cuál considera que ha sido el papel del ITAM?

El ITAM ha realizado importantes esfuerzos para continuar mejorando a través de los años. Estamos orgullosos de lo que hemos logrado. Contamos con los mejores profesores y alumnos del país, y nuestros ex alumnos han triunfado en una diversidad de ámbitos que incluyen desde la academia hasta el servicio público y el sector privado. Nuestra planta de profesores es inigualable en términos de sus credenciales académicas, de su producción científica y de su vocación por la docencia. Nuestros programas académicos son rigurosos y relevantes, y se actualizan constantemente para aseguramos de que nuestros estudiantes tengan la mejor preparación posible. Nuestro enfoque en la enseñanza está orientado hacia el futuro: preparamos y formamos a nuestros estudiantes pensando que en 20 o 25 años serán líderes, por lo que les enseñamos a aprender por sí mismos.

Asimismo, para asegurarnos de que contamos con los mejores alumnos, tenemos criterios estrictos de selección y ofrecemos un programa muy amplio de ayuda financiera, que apoya por lo menos al 30% del alumnado en términos de colegiaturas. Paralelamente, ofrecemos programas complementarios que apoyan algunos gastos de manutención. Esto es muy importante porque el talento está no solamente donde hay capacidad de pago; si queremos tener a los mejores estudiantes, debemos ayudar a aquellos que tienen mucho talento y potencial.

Sé que sigue dando clases, ¿por qué lo hace?

Yo considero que es fundamental que un Rector imparta clases porque es una oportunidad estupenda para estar en contacto con los estudiantes y pulsar mejor la marcha de la institución. Los alumnos tienen más confianza para acercarse a mí y plantearme problemas o dificultades que han encontrado y esa información es muy útil. Por otra parte, ser profesor es un trabajo que me revitaliza y me impulsa a mejorar como profesionista y como ser humano.

¿Por qué es tan importante para el ITAM mantenerse en contacto con sus alumnos y egresados?

El ITAM siempre se ha considerado a sí mismo como una comunidad de personas que se reúne voluntariamente en torno al conocimiento, con una vocación de aprendizaje y de búsqueda. El ITAM, por lo tanto, no se concibe como un simple prestador de servicios educativos. Los alumnos y ex alumnos son parte vital de nuestra comunidad. Además, los ex alumnos son la cara del ITAM ante la sociedad; su buen desempeño y sus logros son también los logros de nuestra institución.

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