Desplazamiento interno inducido por la violencia en México, entrevista a Laura Rubio

Laura Rubio Díaz Leal, profesora del Departamento Académico de Estudios Internacionales, se especializó en el estudio de comunidades localizadas en Asia del Este, China. Posteriormente, en el ITAM, empezó a impartir un curso sobre migración forzada y en 2011, el Consejo Noruego para Refugiados le solicitó encabezar un estudio sobre la violencia en México y su correlación con el fenómeno de desplazamiento.

Para el 2012, el tema de desplazamiento por violencia había adquirido mayor complejidad con alrededor de 281,000 personas desplazadas. Por un lado, existen registros de prensa y artículos de periodistas acerca del fenómeno de desplazamientos masivos como los de Chihuahua, Chiapas, Sinaloa, Guerrero, Edo. de México y Coahuila. Por otro lado, hay una gran cantidad de desplazamientos no registrados en estados como Coahuila, Tamaulipas, Veracruz y, más recientemente, Jalisco. Se trata de estados con autocensura debido al peligro que representan ciertos temas ante autoridades o grupos criminales.

La Dra. Rubio asegura que el desplazamiento es un último recurso que las personas utilizan cuando la situación de violencia es insostenible en su comunidad pues se trata de una estrategia de supervivencia. Hay evidencia, en México y el mundo, de que donde ha habido brotes de violencia ha habido desplazamiento.

Desde marzo de 2014, la Dra. Rubio participa en la implementación de un programa a través de la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos (CCMDPDH), cuyo objetivo es buscar opciones para que las familias puedan reintegrarse a la sociedad (escuela, trabajo, seguridad social) proporcionándoles asesoría jurídica y a la vez, trabajando con diputados y senadores para crear conciencia y promover las leyes que conciernen al problema. Actualmente existen únicamente dos leyes locales sobre el tema, en los estados de Chiapas y Guerrero.

Algunas de las acciones llevadas a cabo en México en torno al problema son por una parte, la creación de un grupo de trabajo multisectorial, que brinde respuestas al problema desde el estado mismo, y por otra, los esfuerzos de la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas para formular un protocolo de atención.

A la vez, se ha intentado ejercer presión con otras vías, presentando casos ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y buscando apoyo a nivel legislativo, ejecutivo e internacional, tanto gubernamental como de la sociedad civil.

La Dra. Rubio advierte que el problema en México es que aún no se reconoce la crisis de desplazamiento interno desde la cúpula del poder. Los desplazados son obligados a reunir un sinfín de requisitos  para poder ser integrados a algún programa de asistencia social. La solución, menciona, se encuentra en superar los obstáculos de reconocimiento,  trabajar en la legislación, generación y creación de políticas públicas. Los programas implementados por la sociedad civil han surgido con el fin de llenar un hueco institucional pero no deben sustituir las responsabilidades del Estado, menciona.

Alumnos y exalumnos del ITAM están participando a raíz de haber cursado la materia de Desplazamiento con la Dr. Rubio. En México, algunas plataformas para que otras personas puedan involucrarse son la academia, ONGs, gobierno o áreas de derechos humanos.

En su libro “Desplazamiento Interno Inducido por Violencia: Una Experiencia Global, Una Realidad Mexicana”, la Dra. Rubio engloba las tres experiencias centrales de desplazamiento en todo el mundo de las que hay poco registro. A la vez, hace una invitación a la sociedad a sensibilizar el tema y generar una participación general capaz de dar respuesta a este problema nacional.

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