Alejandro Moreno: El índice de aprobación presidencial revela el desempeño del gobierno.

El doctor Alejandro Moreno, profesor en el Departamento Académico de Ciencia Política del ITAM e investigador principal en México de la Encuesta Mundial de Valores (WVS), sostuvo en entrevista con Nexus que la aprobación presidencial responde a la lógica de desempeño del gobierno ya que “le da a este cierto grado de libertad de negociación, de acción, de legitimidad, de apoyo popular y, sobre todo, de buenas perspectivas rumbo a un proceso electoral”.

Desde el sexenio de Ernesto Zedillo (1994-1999), la encuesta ha mostrado el estado de ánimo del país y la percepción pública del gobierno, así como su capacidad para resolver conflictos. También ha permitido comprender el desempeño económico de México y medir el apoyo o el encono social ante el presidente en turno.

Tres ejemplos confirman esta afirmación, según el Dr. Moreno: el gobierno de Ernesto Zedillo tuvo un  índice de aprobación bajo al inicio del sexenio aunque fue aumentando en paralelo a la recuperación del país; el gobierno de Vicente Fox sufrió una ligera caída debido al aumento de impuestos en el segundo año de su sexenio pero, en general, se mantuvo estable mientras que el gobierno de Felipe Calderón mostró buenos niveles de aprobación tras emprender la denominada guerra contra el narcotráfico, factor que le permitió resistir los efectos de la crisis económica mundial de 2008 y 2009.

Para el Gobierno actual, los niveles de aprobación fueron los habituales para un inicio de sexenio, aunque, a partir del segundo año, descendieron en forma acelerada. Sin embargo, para el director de la Encuesta Mundial de Valores (WVS), este 2017 puede generarse un efecto rally, es decir, un apoyo repentino de la sociedad mexicana contra la amenaza externa que representa el presidente Trump, por lo cual Enrique Peña Nieto “podría aprovechar la coyuntura” para mejorar sus bajos niveles de aprobación.

Cabe recordar que la popularidad del jefe del ejecutivo es un indicador utilizado desde 1937 cuando George Gallup lo introdujo en Estados Unidos para comprobar el apoyo de los electores a la gestión de Franklin D. Roosevelt. Desde entonces, los Presidential Job Approval Ratings permiten seguir la tasa de aprobación de una gestión presidencial casi en tiempo real. Así, por ejemplo, el primer mes del Donald Trump en la Casa Blanca arrojó bajos niveles de aprobación. Un dato que, según el profesor Moreno, llevará al presidente Trump hacía dos alternativas: asumir que sus políticas son relativamente impopulares o desacreditar las encuestas y considerarlas como noticias falsas.

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