Los días subsecuentes al sismo que afectó gravemente a nuestra ciudad, han sido jornadas de arduo trabajo para gran parte de la comunidad ITAM, la cual ha demostrado su iniciativa y capacidad de organización al responder inmediatamente a distintas necesidades de la población afectada. Mostrando su agrado ante la responsabilidad social que demostró la comunidad, el rector del ITAM, Arturo Fernández, publicó un comunicado en el que destacó que, nuevamente, el ITAM y sus estudiantes mostraron de qué están hechos: “de coraje, de compromiso y de generosidad”.

El 19 de septiembre, a 32 años del sismo que marcó la memoria de muchos mexicanos, y como se lleva a cabo anualmente, se realizó el simulacro para conmemorar el sismo de 1985, con el fin de prepararnos y sensibilizarnos ante situaciones de emergencia. Pasadas apenas dos horas, nuestro país se vio expuesto a un nuevo estremecimiento que causó daños graves en Morelos, Puebla, Oaxaca y la Ciudad de México.
Como la mayoría de nuestra ciudad, el ITAM paró actividades de inmediato. Quienes se encontraban en los edificios se agruparon en los puntos de reunión y, poco a poco, descubrieron la magnitud del suceso. Con intermitencias en la comunicación, cada cual se contactó con familiares y amigos para reportarse a salvo. Lentamente, las instalaciones fueron evacuadas para ser inspeccionadas.
Esa misma tarde, los alumnos comenzaron a organizarse en redes sociales para dar respuesta a la situación. Para la mañana del miércoles 20, miembros de toda la comunidad del ITAM estaban involucrados en el centro de acopio creado, en un inicio en un establecimiento vecino del Instituto, el Deli Café. Alumnos, exalumnos, profesores, administrativos, personal de mantenimiento y vecinos de la colonia Progreso Tizapán hacían cadenas humanas para recibir y distribuir todo tipo de donativos. Horas más tarde, las labores de acopio se trasladaron al estacionamiento más cercano al periférico.

Diariamente, hasta el domingo 1 de octubre, el centro de acopio funcionó eficazmente. Los alumnos implementaron un sistema en el que los bienes eran recibidos y empacados rápidamente para satisfacer las demandas que un equipo de logística, formado por alumnos y profesores, se encargaba de verificar en cada zona. Asimismo, distintos miembros de la comunidad ITAM se sumaron a brigadas de rescate tanto diurnas como nocturnas, participaron en otros centros de acopio y redes de verificación de información.
¡El ITAM agradece el compromiso de este gran equipo! Gracias a ellos,nuestras instalaciones están listas para continuar nuestras actividades pic.twitter.com/3i8LLe0Nvt
— ITAM (@ITAM_mx) 24 de septiembre de 2017
En nuestros campus, el compromiso de los equipos de mantenimiento e intendencia fue ejemplar. Nuestros inmuebles fueron inspeccionados por especialistas del despacho Cal y Mayor y, estructuralmente, acreditaron de manera óptima el peritaje. Sin embargo, distintas áreas presentaron desperfectos estéticos que, con el objetivo de ayudar a la tranquilidad de la comunidad, fueron reparados en muy poco tiempo. Los trabajadores de ambos campus realizaron un destacable esfuerzo los días que siguieron al sismo y, para el lunes 25 de septiembre, aulas y bibliotecas estaban listas para reiniciar actividades. El Dr. Fernández, sugirió a todos los miembros de la comunidad retomar las actividades con empeño y con esperanzas ya que “nuestra querida nación tiene futuro”.
¡El ITAM agradece el compromiso de este gran equipo del campus Santa Teresa! Gracias a ellos, las instalaciones están listas para continuar. pic.twitter.com/nU7C3zEH90
— ITAM (@ITAM_mx) 25 de septiembre de 2017
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