Juan Pablo Sánchez Kanter, Director de Finanzas de la empresa automotriz Rassini, compartió con alumnos del ITAM distintas proyecciones sobre el significado del T-MEC y los panoramas a futuro en la industria automotriz. Rassini es una empresa líder en la creación de autopartes como frenos, discos o llantas reconocidos por su calidad y altos estándares de producción. Actualmente, uno de cada cuatro vehículos llevan discos de frenos hechos por Rassini y son de los principales innovadores de la industria automotriz del continente americano.
Kanter dio un recuento de los antecedentes del NAFTA, así como la transición de México de ser una economía cerrada a una más abierta y competitiva. En cuanto a la industria automotriz, México tiene la capacidad de llegar al 50% de la producción automotriz mundial gracias a la región estratégica que ha consolidado en los últimos años, contando con una amplia red de tratados de libre comercio que involucran a más de 40 países. Por ejemplo, México ha aumentado la exportación de vehículos de manera significativa gracias al TLC de América del Norte en los últimos años. Por otro lado, la mitad del ahorro del costo de producción de los vehículos viene de los tratados de libre comercio que México ha firmado. La industria de Rassini tan solo participa con el 2.9% en el PIB, según Kanter.

Antecedentes de la renegociación
Como ya sabemos, el T-MEC ha sido renegociado durante la administración de Trump. Las nuevas estipulaciones concernientes a la industria automotriz se resumen tres nuevas reglas: la primera trata del contenido regional; la segunda de la producción de acero y aluminio y la tercera es sobre el costo laboral.
El viejo TLC estipulaba que la producción de automóviles debía tener un contenido regional del 62.5%. Con la renegociación del T-MEC, ahora es del 75%. Sin embargo, va a haber un periodo de transición hacia ese porcentaje durante 3 años. La razón detrás es que las plataformas de automóviles son renovadas cada 4 o 5 años y, a partir de ahí, hay un nuevo rediseño de los automóviles. Por ello, se liga a un cambio de plataformas en las que las empresas disponen del tiempo necesario para adaptarse a las nuevas reglas.

La segunda regla trata sobre la producción de acero ya que el 70% debe provenir de Norte América. Además, se liga también con la tercera regla que afecta a la industria automotriz que es la laboral. El 40% de autos y el 45% de pickups deberá provenir de un promedio de mano de obra de $16 dólares por hora lo que representa un reto económico para los empresarios. Con ello, se impondrá un arancel a aquellos vehículos que no cumplan con las reglas de origen.
La industria automotriz en México
La respuesta del gobierno mexicano para contrarrestar los efectos negativos de esta medida es que estableció un tope donde se pudieran exportar hasta 2.6 millones de vehículos donde se pagará un arancel cero y, a partir de esa cantidad, establecer el arancel a los que no cumplan con las reglas de origen. Actualmente México produce 1.6 millones de vehículos anuales, por lo que es una cuota para salvaguardar las inversiones y estabilizar la percepción del mercado.
Felicidades Juan Pablo Sánchez Kanter, @RASSINIauto, CFO del Año IMEF 2017 #CFOIMEF #AmericanExpress @AdrianaBerrocal pic.twitter.com/ThLGO0QGiw
— IMEF Oficial (@IMEFOficial) 26 de octubre de 2017
En cuanto al panorama de la industria automotriz, Kanter señala un optimismo frente al T-MEC ya que otorga estabilidad a los empresarios debido a su vigencia de dieciséis años donde en el sexto año se podrá revisar en el T-MEC cuestiones en las que algún país no esté de acuerdo. Actualmente, el 70% de la industria automotriz ya cumple las reglas de origen, por lo que se prevé que las empresas puedan cumplir con las reglas estipuladas en el T-MEC.