¿El medio ambiente en realidad se ha beneficiado por la crisis sanitaria?

¿Por qué estamos encerrados? De acuerdo con el Dr. Luis Fernández Carril, secretario técnico en la Comisión Especial de Cambio Climático del Senado de la República, estamos encerrados porque esta pandemia tiene una relación directa con la crisis ambiental global que estamos viviendo en el presente, está relacionada con la deforestación, con el cambio del uso de suelo, lo que se exacerba el cambio climático.

¿Cuánto deterioro ha sufrido el planeta?

Desde mediados del siglo pasado, con la introducción de la bomba atómica, vivimos en el periodo Antropoceno, término que se refiere a una época en la que el ser humano ha impactado en la biosfera hasta llegar a la capa geológica. El Antropoceno es una época no de prevención, sino de impactos. Así, estamos viviendo una extinción masiva de especies, un continuo colapso de ecosistemas y diversas crisis, como la escasez del agua. Esto se debe a que hoy la humanidad vive con un déficit ecológico, esto quiere decir, que la magnitud de la explotación de los recursos naturales sobrepasa la capacidad de regeneración de la naturaleza, a tal grado que necesitamos aproximadamente 1.6 planetas Tierra para sostener la magnitud de consumo del ser humano.

La magnitud de la explotación de los recursos naturales sobrepasa la capacidad de regeneración de la naturaleza.
La magnitud de la explotación de los recursos naturales sobrepasa la capacidad de regeneración de la naturaleza. FOTO: ITAM

No es la primera vez que enfrentamos una pandemia o epidemia: tuvimos el SARS, el H1N1, la gripe porcina, entre otras. Han sido varias las alertas que la naturaleza nos da sobre el estilo de vida que estamos llevando a cabo como humanidad.  Sin embargo, mientras está aconteciendo la pandemia por el COVID-19, hay un mito que se ha estado esparciendo: el mito de que le estamos dando un respiro a la naturaleza. Hemos visto circular fotos de cisnes en Venecia, animales caminando en las calles de Sudáfrica, ballenas en la bahía de Acapulco, haciendo alusión a que el planeta recupera ciertos ecosistemas, pero esas imágenes son muy nocivas, porque eso es falso. Si bien es cierto que las emisiones de carbono a la atmósfera se redujeron de manera importante, los desechos de plástico, cartón, pet, entre otros, se han incrementado exponencialmente.

La falsa ilusión del COVID-19 frente a la crisis ambiental

Tenemos que darnos cuenta de dos situaciones: por un lado, saber que ningún esfuerzo humano ha sido capaz de disminuir la emisiones de carbono; en cambio han sido dos crisis (la económica en 2008 y la pandemia en 2020) las que han logrado reducir las emisiones, una por la desaceleración económica y otra por el confinamiento; esto nos habla de la poca capacidad de los gobiernos de ponerse de acuerdo en una estrategia. Por otro lado, mientras se da el mito de que la Tierra se está beneficiando, la deforestación aumentó un 150% en el mundo, a comparación del promedio de 2017. Esto nos quiere decir que las crisis ambientales están actuando al mismo tiempo, las crisis no están en confinamiento, por más que la población lo esté.

Los intentos humanos por disminuir las emisiones globales han sido muy poco efectivo
Los intentos humanos por disminuir las emisiones globales han sido muy poco efectivos. FOTO: ITAM

De igual manera, esta pandemia nos muestra la ilusión de control que tenemos frente a esta crisis ambiental generalizada, pues deja expuesta nuestras vulnerabilidades como humanidad. Parece que estamos sobreestimando nuestras capacidades para adaptarnos. 

Falta de empatía en crisis sanitaria

Ahora bien, hoy vemos que hay gente que se manifiesta en las calles, en protesta porque no quieren usar cubrebocas. Esto es muy alarmante, porque demuestra que no existe capacidad de empatía y de cooperación para tomar acciones preventivas ante la crisis sanitaria. Si la gente no es capaz de usar un cubrebocas, cómo podemos esperar que haya acciones de gran alcance en la sociedad. Necesitamos transformar la economía, las instituciones, transformar la vida como la conocemos, para evitar una mayor catástrofe.

Manifestaciones que se oponen al uso de cubrebocas dejan ver la poca empatía y espíritu de cooperación
Manifestaciones que se oponen al uso de cubrebocas dejan ver la poca empatía y espíritu de cooperación. FOTO: ITAM

En estos meses difíciles, todos añoramos el pasado. Sin embargo, lo que estamos viviendo el día de hoy simplemente es el resultado de que no hemos logrado vivir de manera sostenible con el medio ambiente. Probablemente esta sea sólo una de las mil caras de la crisis ambientales que se irán mostrando a lo largo del tiempo. En un futuro la escasez del agua será un problema de regiones enteras del mundo. El COVID-19, entre muchas cosas, nos hizo darnos cuenta de que no podemos seguir guardados en una burbuja ante la crisis ambiental en la que estamos viviendo. El cambio climático es más que una crisis ambiental, es una crisis existencial, es decir, que tiene la capacidad de cambiar la vida como la hemos conocido. 

 

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