«El ITAM es pequeño en escala pero por su potencia, un gigante»

Al mismo tiempo solemne y festiva, la Comunidad del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) se reunió el lunes 18 de mayo para celebrar el otorgamiento del grado de Doctor Honoris Causa a tres destacados ex alumnos y profesores del Instituto: Pedro Aspe Armella, Javier Beristain Iturbide y Francisco Gil Díaz.

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Este grado, la máxima distinción que concede una institución académica, lo otorga el ITAM a quienes “son reflejo de un modo de ser universitario y de un estilo de universidad”, a quienes se identifican y promueven los valores que sostienen la filosofía institucional, y a quienes contribuyen, desde distintos frentes, con grandeza intelectual y calidad moral, a construir un México mejor.

La ceremonia de investidura estuvo encabezada por la Junta de Gobierno del ITAM y su Presidente, don Alberto Baillères; el Rector del ITAM, Arturo Fernández; el Secretario de Hacienda y Crédito Público, Agustín Carstens; el Secretario de Educación Pública, Alonso Lujambio, así como por la Junta de Coordinación Académica del Instituto.

En el discurso inaugural, Arturo Fernández, Rector del ITAM, destacó los méritos académicos y profesionales de cada uno de los doctorandos, y más particularmente, sus excepcionales contribuciones al desarrollo del Instituto y sus destacadas aportaciones al servicio público en beneficio de México.

Pedro Aspe, banquero y ex Secretario de Hacienda, expresó su agradecimiento al ITAM, no sólo por el reconocimiento que le confirió, sino por su compromiso con una formación académica sólida y de calidad. Aspe hizo un recuento histórico y vivencial de su trayectoria académica y como funcionario del ITAM, así como de su relación personal e intelectual con sus amigos y colegas Beristain y Gil Díaz. “El ITAM está anclado en un tripié que le da solidez y fortaleza: por un lado su autonomía, por otro el plan integrado y, como tercer soporte, la ubicación de la institución alrededor del estudiante”.

Por su parte, Javier Beristain, quien fuera Rector del ITAM a lo largo de 19 años (1972-1991), manifestó su beneplácito y agradecimiento, por éste y otros reconocimientos, otorgados por el ITAM. Beristain centró su discurso en la visión de un México más justo, cuyo eje motor sea la educación de calidad en todos sus niveles y en todos los rincones del país. Destacó los contrastes, las deficiencias y las desigualdades que prevalecen en México en este ámbito y, con espíritu crítico y constructivo, lanzó propuestas concretas, más allá de las coyunturas políticas, en las que todas las esferas de la sociedad tendrían cabida: alumnos, padres de familia, educadores, investigadores, organizaciones civiles …

Francisco Gil Díaz, actual Presidente de Telefónica Movistar y también ex Secretario de Hacienda, manifestó su profunda gratitud con el ITAM. Su discurso fue la ocasión para presentar un análisis de la situación de “estancamiento secular” de las economías de América Latina y su relación con otras naciones. Como argumento central, señaló que en esta región no se ha llevado a cabo una verdadera reforma liberal, que privilegie el Estado de Derecho y favorezca la libre concurrencia. Mediante una descripción de las distintas variables de política pública que determinan y condicionan el estado actual de los países latinoamericanos.

Los discursos laudatorios estuvieron a cargo de dos destacados ex alumnos: los secretarios Agustín Carstens y Alonso Lujambio. En tono personal y amistoso, ambos funcionarios se refirieron a Aspe, a Beristain y a Gil Díaz como guías académicos y servidores públicos ejemplares. Carstens describió algunas de las características que comparten los tres doctorandos, como su sólida formación de economistas, su destacada labor pública y su calidad intelectual. Por su parte, el secretario Lujambio recorrió la historia del ITAM a la luz de la historia de la educación en México y subrayó su sorpresa cuando, como estudiante del Instituto, se encontró “en vez de una institución neoliberal y tecnocrática, a una institución liberal y técnológica”.

Finalmente, don Alberto Baillères, distinguido ex alumno y empresario y quien ha sido Presidente de la Junta de Gobierno del ITAM por 42 años, y su invaluable y generoso benefactor, hizo patente su reconocimiento a los doctorandos quienes “con generosidad han dedicado incalculables horas y esfuerzos para que muchos ex alumnos asuman un destino de grandeza y de compromiso con las mejores causas de México”.

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