Un fragmento de historia: la vida en la colonia Progreso Tizapán plasmada en un libro

La colonia Progreso Tizapán, en la Delegación Álvaro Obregón, es el espacio que habita el ITAM desde marzo de 1978 y se ha convertido en el hogar de nuestra comunidad.

Cada amanecer, Río Hondo es el origen de los primeros faroles que se encienden en la zona y el destino de cientos de personas que asisten, lúcidas, a mostrar su empeño en mejorar nuestra sociedad a través de sus estudios, investigación, enseñanza y trabajo. Asimismo, cuando cae la noche, el barrio es testigo del retiro paulatino de alumnos, profesores y demás miembros de la comunidad mientras se dirigen a casa. Cómplice, confidente y parte fundamental de la ocupada vida universitaria, esta colonia brinda lo necesario para que la comunidad se mantenga día a día.

También conocido simplemente como Tizapán, la colonia es además origen de una fértil comunidad artística que tiene participación en todas las disciplinas plásticas y gráficas. Este grupo de artistas, nombrado Tizapán Ecléctico, movido por su inquietud creativa, inició una serie de trabajos con el objetivo de enriquecer el arte y la cultura en la comunidad vecina. Por su parte, el ITAM, interesado en el desarrollo de su entorno y la sociedad, constantemente impulsa la participación de sus miembros en proyectos que beneficien a la comunidad vecina de la zona. Así que 2012 Emiliano Gironella, miembro de Tizapán Ecléctico presentó a la directora de Desarrollo y Comunicación del ITAM, Alejandra Peralta, un proyecto cultural que despertó su interés y, más tarde, el del rector Arturo Fernández debido al cariño que existe entre el ITAM, el barrio y sus habitantes. El proyecto consistía en la colaboración entre el grupo de artistas y el Instituto para editar, de manera conjunta, un libro que mostrara el trabajo artístico de la zona.

Fue así como el Dr. Fernández impulsó este proyecto que retrata la actualidad de la relación entre quienes diariamente dan vida al barrio, sus habitantes, los colonos, y sus visitantes, la comunidad del ITAM. Tras los primeros acercamientos del grupo artístico, alumnos que en ese momento colaboraban en la revista Opción, una de las publicaciones de mayor tradición en el Instituto, fueron invitados para colaborar en el proyecto e iniciaron un trabajo de investigación y documentación que culminó en una serie de crónicas, entrevistas y fotografías realizadas por este grupo de alumnos en colaboración con el Dr. Javier Martínez Villarroya, profesor del Departamento Académico de Lenguas.

El resultado fue la publicación El río que no vemos, crónicas de Tizapán. Libro y objeto de arte que cumple distintos objetivos: por una parte recopila el trabajo artístico del colectivo Tizapán Ecléctico, conformado por 15 autores y, por otra parte, narra y retrata la vida de los habitantes de la colonia Progreso Tizapán.

“Los artistas fueron muy generosos y nos abrieron las puertas a un mundo de creación, de inspiración y muchos sentidos, e íbamos a explorar sin saber más que escuchar”

Andrea González, exalumna de Ciencia Política, ITAM.

El río que no vemos, crónicas de Tizapán. Foto: TodoBien Estudio
El río que no vemos, crónicas de Tizapán. Foto: TodoBien Estudio

Presentación de El río que no vemos, crónicas de Tizapán

Tras un arduo trabajo colectivo, el libro finalmente fue presentado en el ITAM en octubre de 2017. Durante la presentación, representantes de los dos grupos que colaboraron en la publicación intercambiaron opiniones y anécdotas del trayecto que culminó en este evento.

Libro Progreso Tizapán, El río que no vemos
Invitación a la presentación del libro El río que no vemos. Crónicas de Tizapán.

“Este, nuestro pueblo de Tizapán, establecido hace casi 750 años, tiene hondas raíces en la Ciudad de México”, mencionó Ney Villamil, colono y miembro del grupo artístico Tizapán ecléctico, “pues incluso durante el Virreinato y el Porfiriato, nuestro barrio fue utilizado como lugar de descanso para los habitantes de San Ángel y de la entonces lejana Ciudad de México. Caracterizada por sus huertos frutales y ríos, Tizapán dio vivienda a grandes artistas de renombre como Daniel Cossío Villegas, Frida Kahlo, Diego Rivera, José María Velasco, entre otros”.

Ney Villamil, colono de Tizapán. FOTO: ITAM.
Ney Villamil, colono de Tizapán. FOTO: ITAM.

“Lo que estamos celebrando hoy es la confianza depositada por la comunidad del ITAM en sus vecinos de la colonia Progreso Tizapán al fijar en el papel sus opiniones, sentimientos y obras, otorgándoles el estatus de testimonio histórico. Y, sobre todo, lo que estamos celebrando hoy es la confianza que hombres y mujeres de este barrio han depositado en nosotros al abrirnos las puertas de sus casas y de sus emociones”, destacó el profesor Javier Martínez.

Por otro lado, se destacó el valor de la sección fotográfica, que jugó un papel esencial en este libro. Rodrigo Pérez-Tejada, exalumno de Relaciones Internacionales del ITAM y coordinador de la fotografía del libro, indicó que su trabajo consistió en seleccionar el material fotográfico más adecuado para situar al observador en la realidad y cotidianidad del barrio. Dijo, “nos gustaría que, al leer y ver el libro, el lector camine por donde nosotros caminamos y encuentre un reposo en la colonia Progreso Tizapán, que el lector pueda darle un vistazo a ese río que no vemos”.

“He pasado más minutos de mi vida en Tizapán que en ningún otro lugar en el mundo”.

Dr. Alejandro Hernández, vicerrector del ITAM

Para finalizar el evento, el vicerrector del ITAM, el Dr. Alejandro Hernández, compartió unas palabras acerca del libro y expresó cómo ha visto al barrio evolucionar. “Desde que entonces éramos estudiantes a fines de los 70, recién mudados, los estudiantes nos sentíamos invencibles de cierta manera por haber llegado acá y ser parte de esta comunidad”, señaló el Vicerrector. De igual manera, reiteró la obligación del ITAM de lograr que Tizapán se conserve con sus tradiciones y valores, así como aportar siempre un poco más. “Estamos conscientes de que el crecimiento de nuestra institución hacia el futuro va de la mano del crecimiento de nuestro querido barrio Tizapán”.

¿Por qué leer las Crónicas de Tizapán?

Como invitación a leer esta obra, Andrea Reed comentó que “este libro llena de sentido nuestro paso por la colonia Tizapán como estudiantes y es una invitación a todos los que vivimos en ella a descubrirla y atrevernos a vivir como un personaje más en la historia de este lugar”. Por su parte, el profesor Javier Martínez mencionó que “seguro encontrarán muchas lagunas en este libro, muchos instantes faltantes, son los suyos, cántenlos”.

Andrea Reed. FOTO: ITAM.
Andrea Reed. FOTO: ITAM.

El libro se consigue en las librerías del ITAM, es necesario acudir físicamente a estas para asegurar su adquisición. Se trata de una edición muy cuidada, elegante y con un tiraje muy corto. Vale la pena tenerlo ya que reproduce un momento de la historia de la zona y no es muy común que la historia de una colonia de nuestra ciudad sea compilada en una publicación de esta categoría.

Acerca de la colonia Progreso Tizapán

Tizapán significa “lugar de la tiza“ y viene de la palabra náhuatl tizatl, que a su vez significa gis o yeso. Se le da este nombre porque antes la zona tenía yacimientos de origen hidrotermal de arcilla blanca mineral que, en su tiempo, era un material muy apreciado. Tizapán surgió cuando los mexicas fueron desterrados y enviados por los toltecas a estas tierras con la esperanza de que fueran destruidos por todas las serpientes y culebras que anidaban en este lugar; sin embargo, estas últimas se convirtieron en la fuente de alimento de la población. Pasados 50 años, los mexicas se asentaron en un islote cerca del Lago de Texcoco.

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